En la madrugada del pasado día 9 de octubre falleció Guillermo Viana, párroco de Calañas, La Zarza, Perrunal y Sotiel. El lunes día 14 de octubre se celebró una Eucaristía, en la parroquia de Calañas, por su eterno descanso. Esta celebración estuvo presidida por el Sr. Obispo, Dº José Vilaplana, que fue acompañado por el Sr. Vicario, los sacerdotes del Andévalo y muchos feligreses de las parroquias que Guillermo tenía a su cargo pastoral.
Dº José destacó en su homilía la gran fe de Guillermo en la Palabra de Dios que le llevaba a confiar y creer en Dios como Padre, y que le ayudó a afrontar con gran serenidad y paz su enfermedad. Nos pidió el Sr. Obispo que supiéramos recordar los momentos, encuentros, conversaciones… que hubiéramos tenido con Guillermo para saber hacerlos vida. Igualmente, nos invitó, Dº José, a dar gracias a Dios por los beneficios que Guillermo entregó con su vida en las comunidades parroquiales y personas a las que sirvió.
Nuestra oración se une a la de todos aquellos que sienten y lloran la perdida de este sacerdote entrañable en el trato, cariñoso, cercano y de gran hondura de fe. Y damos las gracias a todas aquellas personas que cuidasteis a Guillermo a lo largo de su estancia entre nosotros.
jueves, 17 de octubre de 2013
MISA DE DIFUNTO DEL PADRE GUILLERMO VIANA
En la madrugada del pasado día 9 de octubre falleció Guillermo Viana, párroco de Calañas, La Zarza, Perrunal y Sotiel. El lunes día 14 de octubre se celebró una Eucaristía, en la parroquia de Calañas, por su eterno descanso. Esta celebración estuvo presidida por el Sr. Obispo, Dº José Vilaplana, que fue acompañado por el Sr. Vicario, los sacerdotes del Andévalo y muchos feligreses de las parroquias que Guillermo tenía a su cargo pastoral.
Dº José destacó en su homilía la gran fe de Guillermo en la Palabra de Dios que le llevaba a confiar y creer en Dios como Padre, y que le ayudó a afrontar con gran serenidad y paz su enfermedad. Nos pidió el Sr. Obispo que supiéramos recordar los momentos, encuentros, conversaciones… que hubiéramos tenido con Guillermo para saber hacerlos vida. Igualmente, nos invitó, Dº José, a dar gracias a Dios por los beneficios que Guillermo entregó con su vida en las comunidades parroquiales y personas a las que sirvió.
Nuestra oración se une a la de todos aquellos que sienten y lloran la perdida de este sacerdote entrañable en el trato, cariñoso, cercano y de gran hondura de fe. Y damos las gracias a todas aquellas personas que cuidasteis a Guillermo a lo largo de su estancia entre nosotros.
